Elección de las semillas

¿QUÉ SEMILLAS ELEGIR?

¡El primer paso es elegir buenas semillas! La genética es muy importante y determinará en gran parte el resultado final, está claro que el trabajo del cultivador también es importante, pero hasta el mejor profesional con una semilla de baja calidad no podrá sacar nada de interesante. Ya que, la planta encerrada en la semilla no es más que la unión del patrimonio genético de sus padres, exactamente como cualquier otra especie viva, incluidos nosotros. Por ejemplo, si cruzamos dos pastores alemanes de pura raza será muy difícil que salga un chihuahua de hecho, podemos decir que sería imposible porque ninguno de los padres lleva genes de chihuahua. En la mezcla genética que se genera con la reproducción sólo podrán estar presentes los genes que ya se encontraban en el patrimonio de uno de los dos padres. Si el patrimonio genético de una persona fuera una baraja de 40 cartas cuando esta se cruza con otra es como si sacase 20 cartas al azar de su baraja y las mezclara con otras 20 cartas al azar de la baraja de su pareja, está claro que en el nuevo individuo sólo se podrán encontrar las cartas presentes en una de las dos barajas de origen, no podrán aparecer nuevas cartas. Por lo tanto, el origen de la semilla que iremos a elegir determinara el resultado final y es muy importante informarse tanto sobre la fiabilidad del productor como sobre los “padres” genéticos de la semilla.

¿QUÉ ASPECTO TIENE UNA SEMILLA DE CALIDAD?

Una vez elegida la genética que nos parece más de calidad también es muy importante comprobar la calidad de la semilla en sí, su fuerza y su poder germinativo. Es importante recordar en primer lugar que cada semilla (aunque nacida de la misma planta) tendrá sin embargo características únicas en cuanto “individuo” fruto de una mezcla aleatoria de genes, al igual que cualquier otra especie viva. En segundo lugar, hay que tener presente que en el momento de la recolección de las semillas (incluso de una sola planta) éstas no habrán alcanzado la misma fase de maduración, como si tomara todas las manzanas de un árbol al mismo tiempo. Las semillas maduras pueden ser desde un marrón/negro muy oscuro hasta un gris muy claro y de vez en cuando pueden tener rayas, la cáscara tiene que ser dura: prensándola entre los dedos no debe romperse. De otro lado, las semillas no maduras normalmente son verdes, tienen una cáscara muy frágil y por supuesto tienen pocas probabilidades de germinar, lo mismo pasa cuando son muy viejas o no han sido conservadas correctamente (las semillas siempre deben mantenerse bien selladas en el refrigerador). Al contrario de lo que muchos piensan el tamaño y la forma no son relevantes para determinar la calidad de las semillas, hay plantas que las producen más grandes y otras más pequeñas y, hasta la misma planta, puede sacar semillas muy diferentes entre ellas.

¿PUEDO ESTABLECER CUÁL SERÁ EL SEXO DE UNA PLANTA POR EL COLOR Y LA FORMA DE SU SEMILLA?

¡No! Aunque buscando en internet encontrarás mucha gente que dice lo contrario, la verdad es que no hay forma de establecer el sexo de una planta antes de la fase de floración y hay más, el sexo puede cambiar en función de las condiciones ambientales de la planta. Si, por ejemplo, el cultivo sufre estrés (oscilaciones o picos de temperatura, humedad, luz, etc.) el porcentaje de machos (y también de hermafroditas) será mayor con respecto a lo de un cultivo las cuales condiciones ambientales son óptimas. Se trata de un simple proceso de adaptación para la conservación de la especie: si el ambiente es hostil las plantas intentarán reproducirse más rápidamente y por lo tanto tenderán a desarrollarse más machos ricos en polen.

¿HAY UNA FORMA DE COMPROBAR LA CALIDAD DE UNA SEMILLA ANTES DE GERMINARLA? ¿QUE ES LA PRUEBA DE FLOTACIÓN?

Si, existe la forma de comprobar la calidad de una semilla antes de germinarla y es concretamente haciendo la prueba de flotación. Es muy fácil, hay que poner la semilla en un vaso de agua (mejor destilada o de fuente) y esperar entre dos y tres horas, si en este periodo de tiempo la semilla se hunde significa que está fresca y fuerte y que con toda probabilidad germinará, si de lo contrario siguiera flotando entonces es probable que no tenga suficiente energía para germinar o que ya sea demasiado vieja. Para estar más seguros sobre la fiabilidad de la prueba en caso de que la semilla flote se recomienda tratar de “ayudarla” a hundirse dándole un pequeño empujón desde arriba (en caso de que fuera retenida a flote por alguna pequeña burbuja de aire), de este modo se notará inmediatamente si la semilla cae en picado hacia abajo, o si vuelve rápidamente a flote como un globo cuando es empujado bajo el agua. Es muy importante recordar que esta prueba debe hacerse justo antes de germinar la semilla porque poniéndola en el agua se va a activar ya el proceso de germinación.

¿CÓMO SE HACEN GERMINAR LAS SEMILLAS?

En el próximo artículo veremos las diferentes técnicas que se pueden utilizar para hacer germinar una semilla. Es importante recordar que (una vez nacida) la pequeña planta tendrá que ser trasladada a su primera maceta, donde necesitará encontrar un ambiente favorable al desarrollo de las raíces, y rico en todos los nutrientes necesarios a su crecimiento. Raimil Fullcrem estimula el metabolismo de la planta alimentando el sustrato con materia viva, y es muy útil ya desde las primeras semanas después del trasplante. Gracias a sus aminoácidos libres incrementa la producción de raíces que se desarrollarán sanas, gruesas, largas y blancas, y además permite a la planta asimilar los nutrientes mejor y en mayor cantidad. Recomendamos combinar Raimil Fullcrem con Boom Rapid Fullcrem para aportar también a la planta la cantidad correcta de macroelementos NPK.

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